Fecha: 25/07/2015
Trepasendas: Vivi, Fina, Antonio y Emilio.
Ruta de montaña que comienza en el refugio de la Federación Aragonesa de Montañismo Casa de Piedra junto al balneario de Panticosa. Comienza en el sendero GR-11 con tramos duros de fuerte desnivel que transcurren por pedrizas y en algunas ocasiones hay que ayudarse con las manos y sirgas en la pared.
La primera parte de la ruta se realiza entre pinos negros, helechos y otros arbusto. Rodeados de grandes formaciones de rocas paralelos al río Caldarés que forma abundantes cascadas y saltos hasta los embalses de Bachimaña. La segunda parte transcurre sin apenas vegetación y en todo momento sobre senderos de piedras hasta llegar a los Ibones Azules, llamados así por el intenso color azul de sus aguas cuando reciben la luz del sol.
Características
Zona: Valle de Tena - Alto Gállego.
Dificultad: Media
Altura mínima: 1.645 m
Altura máxima: 2.423 m
Track Gps: Si
MIDE (Método de Información De Excursiones)
Mapas y track Gps
Picha sobre el mapa para ampliarlo
Ruta y descarga de track gps en Wikiloc.
Como llegar
Salimos temprano de Zaragoza y tomamos la A-23 dirección Huesca. Dejamos la autovía para tomar la N-330. Una vez pasamos Sabiñánigo tomamos la salida N-260 dirección Biescas, e inmediatamente continuar por la N-260a carretera Huesca – Francia. Continuamos por la A-136 dirección Formigal. A los 12 km. Dejamos ésta y giramos a la derecha para tomar la A-2606, Panticosa. Antes de entrar en Panticosa, en la rotonda tomamos la segunda salida y seguimos por la Carretera del Balneario.
Como ya es costumbre cuando llegamos a este valle, hacemos una parada en Biescas para desayunar antes de comenzar la ruta.
Descripción
Dejamos el coche en el aparcamiento del Balneario de Panticosa, nos dirigimos al refugio Casa de Piedra y tomamos el sendero por derecha de la casa señalizado con marcas rojas y blancas pertenecientes al GR-11. Desde aquí comenzamos un tramo de duro ascenso, que haciendo varios zigzag, en unos 10 minutos nos lleva al Mirador de la Reina, desde donde hay una buenas vistas del lago, todas la instalaciones del Balneario y varios tres miles como Garmo Negro y Argualas.
Ascenso del primer tramo duro desde Casa de Piedra hasta el Mirador de la Reina.
Continuamos ascendiendo por el sendero y nos acercamos al barranco Calderés, donde podemos ver varios saltos de agua y pozas cristalizas formadas por el río Calderés.
Un de los innumerables saltos que se forman en el río Caldarés.
Este trecho sigue siendo estrecho y muy pedregoso. Caminamos paralelos al rio por nuestra derecha y una gran pared de piedra por izquierda. Pasaremos con cuidado por un par de tramos algo expuestos ayudados por la sirga que desde hace unos años se ha puesto en la pared a modo de pasamanos. También hay que hacer un pequeño destrepe ayudados por las manos, pero en ningún caso representa dificultad.
Tramo aéreo con paso de sirga sobre el barranco del río Calderés
Una vez superado el barranco llegamos al nacimiento de la última cascada y llegamos a un tramo donde se abre el valle, descubriendo una pequeña pradera verde rodeada de pino negro y grandes paredones de rocas llamada Plano de Bozuelo. Aprovechamos para descansar las piernas después de la última subida y sobre todo pensando en lo que todavía nos queda de subir.
Plano del Bozuelo, pequeña pradera para hacer un pequeño descanso.
Atravesamos el plano y llega un momento en el que nos topamos con formaciones de piedra que aparentemente impiden el paso. Podemos pasar rodeándola por ambos lados, los dos senderos se juntan. Nosotros lo hacemos por la derecha y llegamos de nuevo hasta el río, que tras varias subidas y bajadas en el que el río vuelve a ir encañonado en el barranco. El valle se vuelve a abrir para dejarnos de nuevo en una llanura atravesada por el rio.
El barraco del río Caldarés forma preciosos rincones con abundantes vegetación formada por pino negro.
Desde este punto ya podemos apreciar al fondo la enorme pared surcada por la cascada del Fraile. Caminamos hasta los pies de la pared y poco a poco, haciendo varias lazadas afrontamos la dura subida ( casi 200 m. de desnivel) llamada la Cuesta del Fraile con la cascada que viene de Bachimaña a nuestra derecha.
Nos encaminamos hacia la dura cuesta y cascada del Fraile.
Cascada del Fraile, que en estos momentos no lleva mucha agua..
Superada la cuesta del Fraile tenemos unas impresionantes vistas del valle. Estamos a 2.207 metros. Nos encontramos con el embalse o Ibón de Bachimaña Bajo y a la derecha el recientemente construido Refugio de Bachimaña al que se accede atravesando una pasarela metálica.
Este refugio pertenece a la Federación Aragonesa de Montaña, dotado de las últimas tecnologías, dispone de habitaciones de 4 a 12 plazas, de duchas y agua caliente, servicio de bar y comedor, aula polivalente con equipamiento para charlas y cursos, calefacción, enfermería, taquillas, guardaesquís, botero, calzado de descanso, radio, teléfono, Internet, webcams, helipuerto, caseta de toma de datos meteorológicos.
Ibón Bajo de Bachimaña con el refugio de Bachimaña al fondo.
Seguimos la marcha y bordeamos el ibón por la izquierda, de momento no nos acercamos al refugio y, en unos 10 minutos ya nos encontramos con el segundo de los ibones: Ibón de Bachimaña Superior, este de gran tamaño.
Continuamos rodeando el ibón por la izquierda por el sendero en suave ascenso hasta más o menos la mitad del mismo. En este tramo la senda ya tiene gran cantidad de piedras, lo que lo hace un poco pesado. Ya superada la mitad del ibón comenzamos un suave descenso hacia la cola del ibón.
Ibón Alto de Bachimaña
Llegamos al cauce del río que viene de los azules y lo cruzamos sin ningún problema, ya que no viene con mucha agua, además de que hay colocada una hilera de piedras que permite pasar apenas mojarse la botas.
Vivi y Fina cruzan el río que viene de los Ibones Azules.
Una vez vadeado el río encontramos un cruce de senderos señalizado con un poste y varias tablillas: a la izquierda nos indica la dirección hacia el refugio de Respomuso, ésta es la que tomamos nosotros para ir a los Azules, a la derecha al Puerto de Marcadau, camino que hay que seguir para ir a los ibones de Bramatuero e ibones de Pecico.
Como ya he dicho, tomamos a la izquierda en el cruce y desde aquí ya podemos ver al fondo la Cascada de los Azules, agua que vierten de dichos ibones. Desde aquí comienza otra fuerte subida haciendo varios zigzag por un entorno de grandes rocas y con la única vegetación consistente en los pequeños trozos del terreno cubierto de hierba y alguna que otra flor.
Seguimos, por un camino de muchísimas piedras, siguiendo el curso del río hacia la cascada de los Azules.
Tenemos que volver a cruzar el río que viene de los ibones y después de 1 km y 150 metros de desnivel desde el cruce anterior llegamos al siguiente ibón represado: Azul Inferior (2.364 metros). Al llegar nos sorprende el intenso azul de sus aguas cuando el día está despejado y el sol luce sobre él.
Hacemos una pequeña parada hacer unas fotos y descansar un poco. Seguimos ahora por la derecha hasta localizar el sendero que nos lleva al siguiente ibón. Este sendero es muy estrecho y apenas marcado porque pasa de nuevo por gran cantidad de piedras en el que en alguna ocasión nos tenemos que ayudar un poco con las manos. Según subimos podemos apreciar mucho mejor el ibón inferior.
Ibón Azul Inferior visto desde el collado hacia el Superior.
Tras recorrer 500 metros de ascensión ya llegamos al Ibón Azul Superior que se encuentra a 2.458 metros. Se encuentra rodeado de grandes montañas: Pico de las Marmoleras (2.908 metros), Pico de Piedrafita (2.952 m.), Pico Gaurier (2.906 m.), Punta Zarra (2.944 m.).
Regresamos de nuevo al Azul Inferior donde ponemos a refrescar unas cervezas en el agua y nos quedamos a comer.
Ibón Azul Iuperior.
Cuando terminamos regresamos de nuevo a Panticosa por el mismo recorrido que hemos subido. La bajada se ha bastante pesada por la gran cantidad de rocas y piedras que tiene esta excursión. Cuando llegamos al Refugio de Casa de Piedra nos tomamos una cerveza y regreso a Zaragoza.
Esta excursión es muy transitada y nos hemos encontrado gran cantidad de senderistas y montañeros, tanto en nuestra dirección como en la contraría que regresaban del refugio de Respomuso.