Fecha: 24/11/2012
Trepasendas: Vivi, Fina, Antonio y Emilio.
Dificultad: baja.
Distancia: 14 km. ida y vuelta.
Desnivel: 700 m..
Track Gps: Si
Excursión al Santuario de Santa Orosia desde Yebra de Basa, pequeño pueblo cerca de Sabiñánigo. Esta ruta combina un bonito paisaje con una tradición religiosa, ya que transcurre por una serie de ermitas rupestres, 8 en total.
Mapa de la ruta, picha sobre él para ampliar.
Ruta y descarga de track gps en Wikiloc.
El alto interés natural e hitórico de esta senda unido al peculiar emplazamiento de las ermitas, en el que se combinana cuevas y cascada, propició que el camino de Yebra al santuario fuese declarado Espacio Natrual Protegido
Ermita de Escaroniellas, una de las muchas que vamos a encontrar en el camino.
Para llegar al lugar de inicio, desde Huesca tomamos la N-330 dirección Sabiñánigo, y sin entrar, en la circunvalación nos desviamos a la derecha Yebra de Basa, Fisca. A 7 Km. encontramos el desvío a Yebra.
El recorrido se desarrolla en constante ascenso desde el comienzo con un tramo aéreo por una faja incrustada en la roca, pero no tiene mayor dificultad. Todo el camino está bien definido y perfectamente indicado con carteles, marcas de PR (blancas y amarillas), mojones y paneles de información.
La senda siempre va en continuo ascenso.
El día está muy nublado y amenaza lluvia. Aparcamos el coche en la plaza del pueblo junto a la iglesia y seguimos dirección norte por una pista asfaltada. Abandonamos la pista, y tomamos a la derecha un camino de tierra donde ya encontramos la primera de las ermitas: Ermita de Langusto. Más adelante se cruza el barranco de Santa Orosia por una pasarela de madera.
A 1,5 Km siguiendo el recorrido, la pista se convierte en una senda y hallamos otra ermita: la de Escaroniellas. El recorrido sigue ascendiendo por un sendero pedregoso poblado de pinos, robles, matorrales de boj y arbustos. Continuamos y aproximadamente en 1 Km encontramos la tercera de las ermitas, la más pequeñas de todas y construida sobre una roca, llamada de Arrodillas.
En el recorrido hay que cruzar un pequeño barraco con poca agua.
Al cabo de unos 500 metros volvemos a cruzar el arroyo, que en estas fechas no lleva mucha agua y se transita sin problemas. Pasamos a la otra vertiente, y continamos subiendo en lazadas adentrándonos en un bonito bosque formado grandes boj, robles, enebros y algún que otro acebo.
Después de caminar por el bosque durante un rato, de frente, ya vemos la espectacular imagen de la gran pared de roca con las ermitas incrustadas en ella y la cascada del Chorro cayendo desde lo alto por delante
Vista del Valle del río Basa.
Nos dirigimos hacia allí, y ya sobre la cornisa nos encontramos con otras dos ermitas una encima de la otra: en la parte inferior San Corenelio, y en la superior y la más grande la de la Cueva, a la que accedemos por unos tramos de escaleras. Descendemos de nuevo para retomar el sendero, que a partir de aquí transcurre por una zona aérea y en la parte en que pasamos por detrás de la cascada el suelo de piedra está mojado y tenemos que tener un poco más de precaución de no resbalar.
Ermitas de San Cornelio y de la Cueva, incrustadas en la gran pared.
Paso en la pared bajo la cascada de agua.
El trazado sigue ascendiendo por la franja de la pared, a partir de aquí seca y de tierra, y nos encontramos con otras ermitas rupestres: las de San Blas y Santa Bárbara.
Fina y Vivi junto a la Ermita de San Blas.
Una vez terminada la faja nos encontramos con la penúltima de las ermitas; la de O'zoque o de la Cruz. Caminando unos 400 metros el camino gira bruscamente a la derecha y nos deja en la parte más alta del recorrido (1.600 metros) y vemos una gran llanura con pastizales y refugios para el ganado
Seguimos caminando alrededor de 1Km por la pradera y llegamos al final de esta excursión: el Santuario y refugio de Santa Orosia.
Ermita de Santa Barbara.
Unos 10 metros antes de llegar al santuario hay una fuente de tres caños con gran cantidad de agua, donde ponemos unas cervecitas a refrescar y a continuación comemos a cobijo del santuario, ya que el día se ha estropeado con viento y bastante frío.
A la espalda del santuario vemos el Monte Oturia, que como en esta época los días son cortos, dejamos la subida para otra ocasión.
El regreso al coche lo realizamos por el mismo sitio, y una vez en Yebra buscamos un pequeño bar para tomar un café antes de regresar de nuevo a Zaragoza.